
Según el recuento casi final de los votos, el partido de centro Kadima, al cual pertenece Livni, obtendría 28 escaños contra 27 del partido de derecha Likud, de Netanyahu, en un parlamento compuesto por 120 miembros.
Livni dijo que se convertiría en primer ministra e invitó a su rival a integrarse a un “gobierno de unidad”. Pero Netanyahu afirmó que “con la ayuda de Dios, lideraré al próximo Gobierno”, estableciendo una coalición con los partidos de derecha, entre los que se encuentran extremos ultra derechistas.
“Será el presidente Shimon Peres quien decida, luego de oír las recomendaciones de los partidos políticos, si pide a Livni, una relativamente recién llegada a la política, o a Netanyahu, ex primer ministro, la formación de un gobierno.”, según informa la agencia Reuters.
Sin embargo, y más allá de la decisión del presidente, lo cierto es que el Parlamento dio un giro trascendente hacia la derecha, lo cual a pesar de quedar como primer ministra Livni, los partidos derechistas y ultra-derechistas son mayoría en las bancas.
Este hecho ha llevado a la Autoridad Palestina a hacerse “una idea de una posible congelación total de las negociaciones de paz ya maltrechas”, según informa AFP.
Netanyahu, que fue primer ministro entre 1996 y 1999, está en contra de la creación de un Estado palestino soberano, tema central de las negociaciones. Y a esto se suma el poder que sumó en estas elecciones Avigdor Lieberman, jefe del partido ultraderechista Israel Beitenu, quien consiguió 15 diputados.
“Estas elecciones han complicado la situación política en la región”, afirmó a AFP Yaser Abed Rabo, cercano colaborador del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas. “Está claro que Israel no va a dotarse de un gobierno capaz de continuar las negociaciones”, agregó.
Fuentes: Reuters, AFP