Por lo pronto 26 personas han muerto y más de 50 han resultado heridas por la explosión de un coche bomba en un mercado de la población norteña de Kirkuk, el día en que las autoridades iraquíes comienzan retomar el control de las ciudades del país luego de la salida de las tropas estadounidenses.

El vehículo explotó en un mercado popular ubicado en el centro de Kirkuk. El atentado arruinó la fiesta de celebración de la retirada en una fecha que ha sido bautizada por las autoridades iraquíes como el “Día de la Soberanía”.

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El presidente estadounidense, Barack Obama, comienza una gira por Oriente Medio y Europa. El próximo jueves estará en El Cairo (Egipto), donde pronunciará un discurso con el fin de generar un acercamiento con el mundo musulmán. El mandatario tiene previsto exponer cómo concibe la relación entre Estados Unidos y los musulmanes, muy afectada luego de la invasión a Irak.

En la oratoria, copatrocinada por la Universidad y mezquita de Al Azhar, Obama “subrayará su compromiso personal con un acercamiento” basado en sus intereses comunes y “un respeto mutuo”, según lo informado por la Casa Blanca y reproducido hoy por EFE.

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La investigación no comenzará hasta julio, mes en el que se estima que los 4100 soldados que aún se encuentran en suelo Irakí regresarán a su país. “El momento de centrarse en una investigación oficial será cuando los soldados estén seguros en nuestro país, no cuando todavía están expuestos al peligro en Irak”, dijo el canciller.

Según Miliband, el Gobierno quiere garantizar que habrá una “conclusión tranquila y eficaz de la participación militar británica en Irak”.  Según periódicos locales, el gobierno Británico ya había señalado en un pasado que comenzaría estas investigaciones una vez que de los 4100 soldados ingleses, queden únicamente 400 en Irak.

David Milibad afirmó que el Ejecutivo se compromete a llevar a cabo una investigación “exhaustiva”.
Respecto al momento en que comienzan las investigaciones, William Hauge, responsable de política exterior del Partido Conservador, Hauge piensa que las mismas deberían haber empezado hace ya varios años.

Hague acusó al Ejecutivo de retrasar deliberadamente la investigación para evitar que sus conclusiones se den a conocer antes de las elecciones generales que deben celebrarse en 2010.
Frente a esto, el parlamento aseguró que esta investigación será un tema central en la agenda gubernamental.

Según Hague, la investigación debe centrarse en cómo los ministros se “quitaron la responsabilidad” en los meses previos a la invasión.  Así mismo, otras áreas que se tendrán en cuenta en la investigación son el uso de información provista por los servicios de inteligencia, cómo se trató con EE.UU. y otros aliados y los errores de planificación para los meses posteriores a la invasión.

Esta no es la primera investigación que se llevará a cabo en el Reino Unido sobre asuntos que se relacionen con Irak, aunque si se espera que sea la más clara y exhaustiva.

El periodista iraquí Muntazer al-Zaidi, que en diciembre pasado arrojara sus zapatos al entonces presidente norteamericano George W. Bush, que compartía una rueda de prensa con el primer ministro iraquí, Nouri Al-Maliki, fue condenado hoy a tres años de prisión, por la Corte Penal de Irak.

El reportero, que se había declarado inocente en el juicio que había comenzado el 19 de febrero pasado, argumentó que su accionar “fue natural, como la de cualquier iraquí”, ante la presencia de alguien como Bush.

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Podemos afirmar esto gracias a las declaraciones realizadas en la mañana de hoy por la casa de gobierno. Según le informó Obama a los miembros del Congreso, la mayoría de los soldados se habrá retirado para agosto del 2010.

Estados Unidos retirará la mayoría de los soldados en Irak para agosto de 2010 según le informó a los miembros del Congreso el presidente Barak Obama. El anuncio será hecho en la basa militar de Camp Lejuene en Carolina del Norte durante la tarde de hoy. Este sitio es, irónicamente, el mismo en el que su homólogo predecesor George W Bush, pidió a sus compatriotas el apoyo para la guerra de Irak en el año 2003.

Si bien Obama había expresado que el retiro comenzaría tres meses antes de lo que realmente comenzará, los mandos militares de Irak lo convencieron para que cambie sus planes, tras explicarles que necesitarían de 23 meses para finalizar con el operativo.

Justin Webb, señala que este plan de 19 meses es un compromiso entre el deseo de retirarse rápidamente del país, tal como lo prometió durante la campaña electoral, y el deseo de los militares en el terreno que temen que la salida estadounidense ocasione un ciclo de violencia.

Tanto quienes quisieran que la intervención estadounidense en la nación árabe terminara lo antes posible como aquellos que insisten en que los logros en términos de seguridad son tan reales como frágiles y que se corre el riesgo de perderlos comprometiéndose a una retirada, subrayan la importancia estratégica de que Irak sea un país estable en una región tan inestable.

Cabe destacar que luego de la retirada militar, Irak no quedará totalmente desprovisto de fuerzas norteamericanas, ya que aproximadamente 50 mil soldados se quedaran en la región para apoyar los entrenamientos a los soldados locales y crear misiones de seguridad. Por más que 50 mil personas es una gran cantidad de gente, la retirada será muy significativa, ya que actualmente EEUU tiene 142 mil efectivos en Irak

Deseos por saber qué fue lo que llevó al país a comprometerse con una situación semejante (la cual hasta ahora ha dejado como principal saldo pérdida de vidas), un tribunal ordenó al Ejecutivo a publicar las actas que se comenzaron a escribir en el año 2003. Generalmente, estos documentos deben permanecer 30 años en secreto, para recién luego ser revelados. Sin embargo, la trascendencia de la causa, obligó a tomar esta decisión.

A pesar de esto, el secretario de justicia, Jack Straw, afirmó que, amparándose en una cláusula de la ley de libertad de información, vetaría la iniciativa de publicar las actas. En este caso, el gobierno podría haber decidido apelar la decisión de Straw, pero en su lugar decidió por aprobar el veto ministerial, siendo esta la primera vez que se utiliza desde que dicha ley entró en vigencia.

Respecto a los motivos por los cuales Straw tomó esta decisión, él aseguró que no fue una decisión tomada por capricho, o sin ser analizada previamente, sino que por el contrario, creyó que de esta manera evitaría que se causen daños serios al gobierno.

“Hay que lograr un equilibrio entre la apertura y el mantenimiento de ciertos aspectos de nuestra estructura de gobierno democrático”, alegó Straw. El ministro añadió que era necesario proteger la confidencialidad de las discusiones ministeriales.

Sin embargo, no todos estuvieron de acuerdo con esta moción, ya que las declaraciones del ministro de justicia fueron recibidas en la cámara de los comunes con gritos de “vergüenza” y “escandaloso”.  Sorprendentemente, el opositor Partido Conservador, consideró la decisión del gobierno “acertada” ya que la publicación de las actas impediría que en el futuro los ministros discutieran temas polémicos con amplitud.

El presidente francés Nicols Sarkozy (en la foto), comenzó ayer una visita oficial a Irak, la primera de un mandatario galo a ese país, y la primera, también, de un presidente europeo, desde que en 2003 fuera derrocado el régimen de Saddam Hussein.

Sarkozy llegó a Irak anunciando que Francia, que en 2003 se opuso con firmeza a la campaña militar de los Estados Unidos junto a otros países europeos en territorio iraquí, contribuirá para que este vuelva a alcanzar la prosperidad económica.

“He venido a expresar la solidaridad de Francia”, declaró el mandatario francés, agregando que “Francia estará junto a Irak, desde el principio, en el camino del éxito. El mundo necesita un Irak fuerte, unido y soberano”

El jefe de Estado francés, que se reunió en Bagdad con el presidente iraquí Jalal Talaban, y el primer ministro Nuri Al Maliki, anunció que tiene la intención de llamar a las empresas francesas para que realicen inversiones en Irak, por lo que anticipó que una comitiva francesa, integrada por el primer ministro francés Francois Fillon y el jefe de la diplomacia Bernard Kouchner, junto a empresarios, estarán viajando en breve al país.

 ”Buscamos cooperación en materia económica, energética y en la reconstrucción y ayudar a la policía, a las fuerzas de seguridad y al ejército iraquí, y también restaurar la posición internacional de Irak”, afirmó Sarkozy.

Luego de culminada su visita a Irak, el mandatario francés proseguirá su gira regional por el Golfo, en Bahréin, Kuwait y Omán, donde según informó la presidencia francesa, el presidente “no anunciará grandes contratos”.

La votación transcurrió de forma pacífica, sin incidentes graves, según indicó a la agencia Reuters el mayor general Mohamed al-Askary, un alto funcionarios del Ministerio de Defensa. Los iraquíes están esperanzados con que se solidifique la seguridad del país destruido por la guerra.

Según los cronistas de Reuters, “había un aire de festividad en muchas partes del país” y, debido  a las prohibiciones al tráfico, los niños tomaron las calles para jugar al fútbol.

Las últimas elecciones, en el 2005, habían sido boicoteadas por los grupos árabes sunitas en medio de una insurgencia inspirada en Al Qaeda. Aquel sufragio no logró detener los conflictos sectarios entre los sunitas y los chiítas musulmanes.

Para esta ocasión, la violencia se redujo drásticamente, aunque tres bombas de mortero cayeron cerca de centros de votación de la ciudad natal de Hussein, Tikrit, sin ningún herido, un civil murió a tiros y otro resultó herido en una pelea con soldados.

Las medidas de seguridad fueron extremas ya que había indicios de posibles olas de violencia mayores a las sucedidas. Cinco candidatos habían sido asesinados antes de las elecciones, tres de ellos tan sólo dos día antes.

Según dijo a Reuters el subjefe de la misión de Naciones Unidas en Irak, Andrew Gilmour, “las elecciones no fueron boicoteadas por ninguna comunidad grande como ha ocurrido en el pasado”, lo cual “sobre todo significa que estos consejos deberían ser capaces de entregar una serie de servicios”.

Sólo 15 millones de los 28 millones de iraquíes se registraron para votar en estas elecciones de consejos provinciales. Tras los 440 lugares en disputa, compiten alrededor de 14.400 candidatos.

Fuente: Reuters

Muntazer al Zaidi, el periodista iraquí que el 14 de diciembre pasado lanzará sus zapatos contra el presidente Bush, en plena conferencia, junto al Primer Ministro iraquí, enfrentará un juicio que se iniciará el 31 de diciembre

El reportero será enjuiciado bajo el cargo de Agresión a un Jefe de Estado extranjero, y el proceso podrá ser seguido a través de los medios de comunicación.

El  Juez Dhiya al Kenani dijo a la prensa que el periodista aún no ha sido notificado y que “La investigación ha terminado y el caso ha sido enviado a la Corte Criminal Central de Irak”. Este órgano judicial es el mismo que se ocupa de juzgar a los terroristas.

Consultado al respecto del detenido, el magistrado informó que “No hemos modificado los cargos contra Muntazer al Zaidi al término de la investigación”.

La información que circula, previo al inicio del juicio es que al Zaidi, podría recibir una condena de entre cinco y quince años de prisión, teniendo en cuenta lo estipulado por el artículo 223 del Código Penal iraquí, que refiere a este tipo de suceso como una “agresión caracterizada”.

Por otra parte se estima que la causa también podría ser tipificada como “tentativa de agresión”, en virtud de que los zapatos del periodista no impactaron en su objetivo. Si prevalece esta carátula para la causa, entonces, en caso de ser declarado culpable, le podrían corresponder entre uno a cinco años de cárcel.

Muntzaner al Zaidi denunció el domingo, los malos tratos recibidos de parte de los agentes de seguridad del Primer Ministro. Su abogado, Dhiya al Saadi, confirmó a la prensa las afirmaciones del periodista, “Tiene señales en el cuerpo. Le falta un diente en el maxilar superior, tiene una hemorragia en el ojo izquierdo y numerosos hematomas”, dijo el defensor.

Sobre estas acusaciones el Juez Kenani dijo que se citaría a declarar a los agentes de seguridad del Primer Ministro, y que se actuaría en consecuencia de la Ley.

Las aguas no se aquietan en Bagdad; por el contrario, siguen sucediendo acontecimientos que dejan muy lejos la idea de que todo está en proceso de normalización en Irak.
Al reciente incidente del zapatazo que protagonizarán un periodista iraquí y el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, y las protestas acontecidas luego en las calles, en reclamo por la liberación del reportero, y en repudio al mandatario norteamericano, se suma ahora un intento de Golpe de Estado.
Según informó un alto jerarca de seguridad del gobierno iraquí a la Agencia AFP, un grupo de policías planeaba derrocar al gobierno chiíta del Primer Ministro Nuri al Maliki, con la intención de colocar nuevamente en el poder al partido del ex dictador Saddam Hussein.
Los funcionarios implicados, alrededor de 40 – informó la misma fuente – “están vinculados al partido Al Awda (el regreso), un movimiento clandestino que intenta hacer volver al poder al partido Baas”, del ex presidente Saddam Hussein.
Circuló una versión que indicaba que entre los arrestados se encontraba el Vice Ministro del Interior, el General Ahmad Abul Raghif, la que fue desmentida por la fuente citada, que  aclaró que fueron los servicios secretos a cargo de Raghif quienes desarticularon la maniobra y arrestaron a los sospechosos.
Entre las posibles causas del intento fallido se cuenta, además de la relación directa del gobierno encabezado por al Maliki con la administración Bush, el recelo hacía la figura del Primer Ministro, que en 2003 y 2004 fue responsable de quitar de los puestos gubernamentales a los hombres vinculados al Baas, y que cuando llegó al poder, en mayo de 2006, ordenó el arresto de sus enemigos políticos.